Hoy se comparte en esta publicación, una serie de conceptos básicos que sirven para ampliar el glosario de igualdad laboral que aparece en la web de aigualdadelaboral.es impulsada por la Dirección General de Relaciones Laborales de la Xunta de Galicia. De hecho, este contenido continúa la serie iniciada el pasado 15 de febrero.
Ampliando términos de la igualdad laboral
A continuación se recogen una serie de conceptos, a modo de ampliación del glosario de conceptos básicos en materia de igualdad laboral.
- Socialización de género: se trata del proceso de aprendizaje por el cual las mujeres y los hombres aprenden los valores y los comportamientos de la sociedad en donde crecen. En la socialización de género hay dos vertientes, la colectiva: en donde las personas se adaptan a las expectativas que la sociedad tiene de ellas y la individual, en donde cada persona incorpora los estereotipos y los roles en su vida y las trasladan a sus descendientes. Este proceso es uno de los que está detrás de fenómenos como la segregación ocupacional.
- Doble jornada: también llamada doble presencia, es la condición a la que se ven sometidas las mujeres que desempeñan un trabajo remunerado en horario laboral y que además deben desarrollar todas las tareas que implican las cargas familiares y que no es compartido por sus compañeros. Tradicionalmente, esta interacción entre el trabajo remunerado y el trabajo doméstico-familiar (interfaz trabajo-familia) no se ha estudiado desde la prevención de riesgos laborales por considerar que el espacio laboral y el doméstico-familiar son ámbitos estancos y separados. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Las responsabilidades, demandas y tiempos que requieren ambos ámbitos están interrelacionados en todo momento, y deben ser abordados dentro de la perspectiva de género en la salud. De hecho, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo reconoce la doble presencia como un riesgo psicosocial que debe ser abordado por las empresas, más aún cuando esté implantado el teletrabajo o se trate de trabajos feminizados como costura.
- Techo de cristal: este término fue empleado por primera en 1991, por la Glass Ceiling Commission que lo definió como aquellas barreras artificiales basadas en prejuicios actitudinales u organizacionales que impiden que las personas calificadas avancen en su organización a puestos de nivel gerencial. Esta definición no estaba únicamente circunscrita a las mujeres sino que englobaba las dificultades de otras minorías en la sociedad americana, como las personas afrodescendientes. Rápidamente se extendió su uso para visibilizar los problemas de las mujeres en el desarrollo de su carrera profesional. Como opuesto a este término se encuentra el de suelo pegajoso, entendido como las dificultades que tienen las mujeres en comparación con los hombres para abandonar los puestos de trabajo más precarios, con mayor temporalidad o con peor remuneración.
- Empoderamiento: término acuñado en la IV Conferencia de las Mujeres en Beijing (1995), para referirse al aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y en el acceso al poder. De acuerdo con la Plataforma de Acción de Beijing (documento aprobado en dicha Conferencia), se relaciona el empoderamiento con los ejes de derechos humanos, salud sexual y reproductiva y educación. Actualmente, esta expresión se relaciona con la toma de conciencia del poder que individualmente y colectivamente tienen las mujeres.
- Transversalidad de género: la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres recoge que “el principio de igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres informará, con carácter transversal, la actuación de todos los Poderes Públicos. Las Administraciones públicas lo integrarán, de forma activa, en la adopción y ejecución de sus disposiciones normativas, en la definición y presupuestación de políticas públicas en todos los ámbitos y en el desarrollo del conjunto de todas sus actividades”. Así pues, la transversalidad de género o mainstreaming es una estrategia eficaz para el avance en la consecución de la igualdad entre mujeres y hombres en las políticas públicas y supone contribuir a eliminar desigualdades de género, corregir procedimientos y métodos de trabajo e impulsar tendencias de cambio social. No se trata de una aplicación esporádica de medidas puntuales sino de la aplicación de políticas transversales de género que supongan un cambio estructural y social.
¿Conocías estos conceptos? Estos conceptos se usan dentro del contexto de las relaciones laborales y de la igualdad laboral y conocerlos más de cerca ayudará a tener una mayor comprensión de la materia.