Las evidencias muestran que en España hemos hecho grandes avances en materia de igualdad entre mujeres y hombres. Por ejemplo, el Informe sobre Brecha de Género 2021, elaborado año a año por el Foro Económico Mundial sitúa a España en el puesto 14 de un total de 156 países analizados. Y es que a nivel de participación y oportunidades económicas a través de acceso al mercado laboral, logros educativos, salud, empoderamiento político, conciliación de la vida personal, familiar y laboral… las mujeres han conseguido penetrar en la esfera de lo público. Pero, ¿se ha avanzado en el acceso de los hombres al espacio privado? Hoy en este post reflexionaremos sobre corresponsabilidad.
¿Qué es la corresponsabilidad?
Se puede definir la corresponsabilidad como el reparto equilibrado de las tareas domésticas y de las responsabilidades familiares, tales como su organización, el cuidado, la educación y el afecto de personas dependientes dentro del hogar, con el fin de distribuir de manera justa los tiempos de vida de mujeres y hombres.
Y esto, ¿en qué se traduce? En que ser corresponsable no se limita a hacer la compra y bajar la basura. Es necesario asumir la planificación y ejecución de la gestión de una casa, con todo lo que ello implica: planificar las compras, comprar, limpieza, saber tallas de ropa y zapato de las hijas y los hijos, visitas médicas, vacunas, revisiones, dedicar tiempo y tener cuidado emocional de la familia, acompañar, escuchar, recordar cumpleaños, comprar regalos, revisar y acompañar en las tareas escolares, reuniones con profesorado… Y una lista interminable de detalles cotidianos.
Ser corresponsables de verdad implica una transformación personal pero también colectiva y social, es decir, estructural.
Algunas cifras a tener en cuenta
Y es que, a pesar de que en los últimos años se ha conseguido una participación más equilibrada de hombres y mujeres en el mercado laboral, las mujeres siguen asumiendo la mayor parte de las responsabilidades familiares y domésticas. Según el Instituto Nacional de Estadística:
- Personas ocupadas a tiempo parcial por número de hijos y tipo de hogar: en España en el año 2020, un 24,3% de mujeres (de 25 a 54 años) empleadas con 1 hijo trabaja a tiempo parcial frente al 4,1% de hombres. En el caso de 3 o más hijos los porcentajes son 25,1% de mujeres y 4,8% de hombres.
- Horas al día dedicadas a actividades de trabajo no remunerado por personas trabajadoras que realizan dichas actividades: el porcentaje más alto (33,9%) de mujeres trabajadoras que dedican tiempo al cuidado y educación de hijos/as o nietos/as les dedican cuatro horas diarias. El porcentaje más alto de hombres (36,7%) que trabajan dedican dos horas diarias a este tipo de cuidados y educación. Por otro lado, el porcentaje más alto de mujeres trabajadoras (43,3%) que realizan tareas domésticas y de cocina dedican dos horas diarias a estas tareas. El porcentaje más alto de hombres trabajadores (42,5%) dedican una hora diaria a estas mismas tareas.
- En el caso de excedencia por cuidado de hijos: el porcentaje de mujeres que dejaron de trabajar fue mayor que el de hombres (3,6% frente a 2,9%), el mayor porcentaje se registró entre los 45 y 64 años (3,9%, frente a 3,3% de los 35 a 44 años y 2,7% de los 18 a 34 años).
Además, según el Ministerio de Trabajo y Economía Social, en 2019 se tramitaron un total de 47.706 mujeres y 7.017 hombres iniciaron un periodo de excedencia por guarda legal (cuidado de hijos o familiares), lo que revela que son las mujeres las que de forma mayoritaria (87,17%) hacen uso de este derecho.
Toda esta lluvia de datos muestran que, a pesar del cambio experimentado en nuestra sociedad en los últimos años, el reparto del trabajo doméstico y de las responsabilidades familiares no es equilibrado, con el consiguiente impacto que esta desigualdad tiene en la vida de las mujeres.
¿Qué pueden hacer las empresas?
Las acciones de fomento de la corresponsabilidad se enmarcan dentro de la política de conciliación de la empresa, engranaje fundamental de la igualdad de oportunidades en la empresa. Entre las ventajas a corto y medio plazo de implantar medidas de conciliación y corresponsabilidad en las empresas están:
- Aumentar el número de mujeres en puestos de dirección: si las medidas de conciliación son utilizadas por hombres y mujeres, fomentando la corresponsabilidad, las mujeres tendrán las mismas opciones para su desarrollo profesional y estarán presentes en los puestos de dirección.
- Disminuir la brecha salarial de género: si los hombres también se corresponsabilizan en el ámbito de los cuidados, aumentará el número de hombres que se acojan a medidas como reducciones de jornada o excedencias, que tienen un impacto económico importante en las retribuciones.
- Atraer el talento femenino: la posibilidad de conciliar es uno de los factores que facilita la incorporación o reincorporación de las mujeres al mercado laboral.
En nuestra web de Igualdad Laboral puedes encontrar muchas medidas de conciliación para implantar en tu empresa, en función de las necesidades que hayas detectado.
Una curiosidad final
Y aunque es algo con unos cuantos años ya, no queremos terminar esta publicación sin trasladaros El decálogo para los hombres europeos, producto del proyecto europeo All Together (2007) sobre corresponsabilidad. Y es que si eres corresponsable:
- Tendrás más tiempo para compartir con tu pareja. Disfrutarás de una vida en pareja de mayor calidad, teniendo más tiempo para compartir.
- Aumentará tu bienestar personal y social. ¿Estás más preparado para compartir más tiempo en casa y colaborar con quien amas? Siendo un hombre igualitario serás más feliz y tu pareja dispondrá del legítimo tiempo para dedicarlo a las actividades que desee.
- Mejorará tu complicidad con tu pareja. Tendrás más libertad y autonomía para la comprensión mútua y relaciones más satisfactorias y apacibles. Tendrás una mejor vida emocional.
- Disfrutarás y conocerás mejor a tus hijas e hijos. No te pierdas una de las cosas más importantes de la vida: participar en la crianza de tus hijas e hijos y ver cómo crecen. Aumenta tu bienestar y autoestima y la suya compartiendo más tiempo conjuntamente.
- Aprenderás nuevas competencias y habilidades. ¿Alguna vez te has preguntado por qué es habitual que las mujeres se organicen y compaginen mejor su vida familiar, personal, y laboral? ¿Y tú? Todo cambio nos da la oportunidad de aprender cosas útiles y mejorar nuestras condiciones de vida.
- Compartirás la carga de ser el sostenedor de la familia. Un hogar que cuente con dos fuentes de ingresos será más confortable y menos estresante que aquella en la que solo el hombre es el apoyo económico de la familia.
- Serás independiente conociendo por ti mismo cómo compaginar el cuidado de la infancia y las tareas domésticas. Tu autonomía de que estás viviendo con tu pareja por decisión propia y no solo porque necesitas a alguien que haga las tareas domésticas que tú deberías hacer.
- Aprenderás a cuidar mejor de ti mismo aprendiendo a cuidar a tu familia. Si aprendes a cuidar de ti mismo y de los seres queridos, vivirás mejor y más tiempo, aumentando los hábitos saludables.
- Asumirás tus responsabilidades y serás coherente con tus valores de igualdad. ¿Crees en la libertad y la justicia? Pon en práctica estos valores en casa.
- Te convertirás en un buen ejemplo. Pon tu grano de arena en la construcción de una sociedad más justa: Conviértete en un modelo para tus hijas e hijos. Ayuda a que la siguiente generación se libere de estereotipos de género.
Esperamos que estas medidas te ayuden a reflexionar sobre la necesidad de un reparto más equitativo de las tareas, también en el ámbito laboral.