La presencia de las mujeres en puestos de responsabilidad

A pesar de los relativos avances de las últimas décadas, el peso de las mujeres en los puestos de responsabilidad continúa siendo muy inferior al de los hombres. La Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, incluye medidas destinadas al fomento del principio de presencia o composición equilibrada, entendiendo por tal la presencia de mujeres y hombres en órganos y cargos de responsabilidad, de forma que las personas de cada sexo no superen el sesenta por ciento ni sean menos del cuarenta por ciento (Disposición adicional primera LOIEMH).

Desde 2005 el Instituto Europeo de Igualdad de Género (EIGE) viene publicando el Índice de Igualdad de Género, que proporciona una visión sobre la situación de igualdad en Europa y permite realizar comparaciones entre los países miembros y estudiar la evolución de los mismos, lo que permite medir el impacto de las políticas de igualdad y visibilizar aquellas áreas que precisan mejora. Según datos publicados en 2021, España ha obtenido una puntuación de 73,7 puntos sobre 100 en el informe, relativo a 2019, alcanzando la sexta posición en el Índice Europeo de Igualdad de Género. El ítem analizado en donde más se mejoró es el de Poder, con un crecimiento de 7,5 puntos respecto a la anterior medida. Esta mejora se debe fundamentalmente al aumento del número de mujeres en los Consejos de Administración de empresas cotizadas o como miembros de los Bancos Centrales. También señala que han aumentado su participación en Organismos Públicos de Investigación, en Corporaciones de radiodifusión pública y en Organismos olímpicos nacionales.

Algunos datos para contextualizar

El Instituto Nacional de Estadística, en su estudio Mujeres y Hombres en España, dedica un apartado completo a analizar la presencia de las mujeres en altos cargos públicos y privados. En el sector público, en el año 2021, el porcentaje de mujeres que ocupaban los órganos superiores y altos cargos de la Administración General del Estado ascendió ligeramente desde el año anterior, hasta un 43,7%

En el sector privado, analizando el porcentaje de mujeres en el conjunto de cargos del Consejo de Administración de las empresas incluidas en el Ibex-35, los resultados muestran que es del 30,7%, porcentaje 3 puntos superior al del año anterior y que ha hecho un largo recorrido desde los 11,7% de 2012, pero que, sin duda, es todavía insuficiente. Si se considera el cargo ejercido en los consejos de administración, la presencia de mujeres en la presidencia de empresas es casi anecdótica (no llega al 6%).

Vemos unas claras diferencias entre ambos sectores, motivada principalmente porque para el sector público los datos analizados son los relativos al Gobierno, Secretarías de Estado, Subsecretarías y Secretarías Generales, Direcciones Generales y Secretarías Generales Técnicas, ocupadas casi exclusivamente por personas que conforman las listas generales de los diferentes partidos políticos. Con la modificación de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, introducida en su artículo 44 bis, indica que “las candidaturas […] deberán tener una composición equilibrada de mujeres y hombres, de forma que en el conjunto de la lista los candidatos de cada uno de los sexos supongan como mínimo el cuarenta por ciento”.

El “famoso” techo de cristal

Una de las principales razones que causa la baja representación de las mujeres en los puestos de toma de decisiones y gobernanza en las organizaciones es el techo de cristal. Por techo de cristal se conoce a la barrera invisible resultante de un complejo entramado de estructuras en organizaciones dominadas por varones, que impide que las mujeres accedan a puestos importantes (100 palabras para la igualdad. Glosario de términos relativos a la igualdad entre mujeres y hombres . Unión Europea, 1998).

Y este techo de cristal no es algo que suceda solamente en nuestro país. Es un reto a nivel europeo e internacional. Y es que cada día que pasa hay menos razones para defender, en base a los méritos profesionales, una situación tan desigual.

¿Qué pueden hacer las empresas?

Existen diferentes actuaciones que pueden promover las empresas para romper el techo de cristal. La promoción de políticas de igualdad laboral con perspectiva de género, que partan de estudios de impacto de género en la organización son una de las herramientas más útiles que existen.

Estas políticas, que para las empresas de más de 50 personas trabajadoras, se enmarcan dentro de la obligatoriedad de elaboración de su plan de igualdad, pueden concretarse en medidas específicas tales como:

  • Procesos transparentes y equitativos de reclutamiento y selección.
  • Inclusión a mujeres en puestos tradicionalmente reservados para hombres.
  • Desarrollo de programas de mentoring y coaching sin distinción de género dirigido a líderes con alto potencial.
  • Igualdad salarial.
  • Diseño de sistemas de gestión y desarrollo de talento no discriminatorio, considerando apoyos económicos en maternidad/paternidad, así como beneficios inclusivos y extendidos a la familia.
  • Programación de reuniones de trabajo dentro del horario laboral, para que las mujeres no queden fuera de esas redes profesionales.
  • Fomento por modelos de trabajo basados en la productividad y la flexibilidad horaria, que lleven a lograr una mejor conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
  • Contratación de un/a agente de igualdad que asesore y ayude en la promoción de medidas encaminadas a lograr la igualdad real.

Aplicando estas acciones en las empresas podremos, entre otros, lograr alguno de los siguientes beneficios:

  • Formas diferentes de gestionar y liderar las organizaciones. Fomentando un entorno diverso en sexo, edades, origen étnico y otras circunstancias lograremos una plantilla más comprometida, creativa e innovadora…
  • Más talento femenino. Que repercute en mayor competitividad en las empresas, acelerando el cambio hacia organizaciones en donde el capital humano se convierta en la clave, en su más valioso recurso.
  • Más eficiencia. Y es que existen numerosos estudios que avalan la incorporación de las mujeres a los Consejos de Administración y consideran su presencia como una mejora significativa a todos los niveles empresariales.


Os animamos a poner en marcha en vuestras organizaciones, algunas de estas medidas para transicionar a empresas más justas e igualitarias, empresas que van acordes a las demandas de nuestra sociedad.