En mayo deste año DIRCOM, la asociación referente de directivos/as de comunicación, presentó el estudio La Comunicación en el escenario actual y tendencias de futuro, en donde se recogen varias conclusiones; entre ellas, que la comunicación corporativa es una de las áreas de especialización más importantes y estratégicas para los y las profesionales de la comunicación hoy en día.
¿Qué es la comunicación corporativa?
Existen muchas formas de definir la comunicación corporativa. Una de ellas es la que hace referencia al conjunto de acciones a través de las cuales una empresa o una institución se comunica con sus diferentes comunidades de interés (o stakeholders): clientela, personas trabajadoras, proveedores, accionistas, administraciones públicas, medios de comunicación, etc. Engloba todas las acciones de comunicación que una organización realiza para ser percibida en consonancia con su misión y sus valores, a nivel tanto externo como interno. Así que, si entre los valores de una organización se encuentra la igualdad, ¿cómo no se va a comunicar acorde a ello?
Pero antes de profundizar en eso, es importante aclarar que cuando hablamos de comunicación corporativa, a su vez, estamos hablando de comunicación a nivel interno y a nivel externo.
- La comunicación interna es la encargada de definir y transmitir la imagen corporativa a las personas trabajadoras de una organización.
- La comunicación externa, por el contrario, tiene que ver con las estrategias de comunicación que la empresa dirige hacia el conjunto de la sociedad. Engloba todas las campañas, actuaciones y mensajes que están dirigidos a crear, mantener y mejorar la relación de la entidad con sus diferentes públicos.
Género y comunicación. Más allá del lenguaje
En primer lugar, es necesario que la persona responsable de liderar la comunicación corporativa en la empresa sea consciente de que la perspectiva de género debe integrarse tanto a nivel interno como a nivel externo. Porque el mensaje de la empresa a todos sus niveles debe ir dirigido a normalizar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Es muy común ver entidades que hacen solamente esfuerzos en su comunicación hacia la sociedad, lo que implica que caigan en el riesgo de realizar pinkwashing (mostrar a empresas comprometidas con la igualdad y con el colectivo LGTBI sin serlo realmente).
Desde esta perspectiva, las organizaciones tienen que analizar al detalle todas sus acciones comunicativas: emails corporativos, tarjetas de visita, señalética, formas de nombrar, por ejemplo, a las personas del equipo de dirección, página web, comunicados de prensa, anuncios en el tablón de la plantilla, comunicados al Comité de Empresa… Todos estos soportes deben ser tenidos en cuenta a la hora de analizar la perspectiva de género. Pero, ¿de qué herramientas disponemos para realizar esta comunicación inclusiva?
- El lenguaje. Es recomendable empezar por el lenguaje escrito. ¡Lo que no se nombra, no existe! La FUNDÉU (Fundación del Español Urgente) ha creado una breve guía con recomendaciones para hacer un uso inclusivo del español. Se basa tanto en lo que dicta la norma como en lo que se reclama desde perspectivas feministas de la lengua.
- La comunicación visual. Así, por ejemplo, cuando se elige una foto o una ilustración, vigila que no sea sexista, es decir, que no haga evidente la desigualdad de género atribuyendo determinados roles. Cocinar, cuidar, limpiar, desfilar… no son tareas exclusivas de mujeres. Igual que conducir, correr, investigar, operar, tampoco son propias de hombres.
- Amplía el foco de tu realidad. Avanza un paso más allá y ten en cuenta que también puedes:
- Escuchar a las mujeres tanto como escuchar a los hombres.
- Segregar los datos de las audiencias por sexo, para saber si tenemos que poner el foco sobre determinados temas concretos.
- Emplea ejemplos femeninos los textos, discursos, campañas…
La FUNDÉU, junto con la agencia de comunicación Prodigioso Volcán, ha elaborado una lista de criterios para revisar antes de publicar cualquier tipo de contenido en las organizaciones. Así, debes de tener en cuenta que:
- El lenguaje sea correcto, riguroso y respetuoso.
- Debes promover un lenguaje claro e, incluso, una lectura fácil si te diriges a personas con discapacidad intelectual, pues tienes que adaptar los contenidos tanto escritos como audiovisuales a un público diverso e inclusivo.
- Tu mensaje esté dirigido a un amplio rango de personas, y está marcado por la diversidad y por la pluralidad.
- Evites cualquier tipo de expresión que promueva la exclusión o la discriminación en cualquiera de sus modalidades y que en tu mensaje no se perciben actitudes machistas, sexistas, homófobas, clasistas o racistas.
- Las comunicaciones se rigen por los principios básicos de la usabilidad y accesibilidad universal, tanto en su fondo (lenguaje y significado) como en su forma (diseño y formato).
Estas recomendaciones que os realizamos desde la Dirección Xeral de Relacións Laborais de la Xunta de Galicia son válidas para todo tipo de organizaciones, independientemente de su tamaño y de si tienen (o no) obligación de realizar su plan de igualdad. Esperamos que os sean de utilidad.