¿Qué son las acciones positivas? Ejemplos y situaciones

Hoy queremos compartir con todas las personas que leen nuestro blog de igualdade laboral qué son las acciones positivas, ya que son una de las medidas más importantes para combatir las desigualdades por razón de sexo. Las acciones positivas no son algo nuevo creado específicamente para afrontar las diferencias entre mujeres y hombres. Este tipo de iniciativas ya se emplearon, por ejemplo, en los años sesenta en Estados Unidos para erradicar las discriminaciones sufridas por la población de raza negra en el país (Raquel Osborne, 1997).

Acciones positivas. Definición

El Comité para la Igualdad entre mujeres y hombres del Consejo de Europa define las acciones positivas como “estrategias destinadas a establecer la igualdad de oportunidades por medio de medidas que permitan contrarrestar o corregir aquellas discriminaciones que son el resultado de prácticas o sistemas sociales”.

Dentro de las acciones positivas se puede diferenciar entre:

  • Acciones positivas que favorecen que las mujeres puedan acceder a los recursos en las mismas condiciones que lo hacen los hombres y, para eso, se diseñan medidas temporales que faciliten su acceso a recursos como, por ejemplo, las acciones formativas dirigidas específicamente a las mujeres. Esto sucede en el caso de acciones formativas diseñadas para mujeres que promueven su incorporación y mantenimiento en el mercado laboral. Este tipo de actuaciones inciden en el punto de partida y en el recorrido laboral, pero no en el resultado.
  • Acciones positivas que tengan una función correctora y actúen en el punto de llegada, garantizando los resultados. Tienen como objetivo igualar la situación y posición de mujeres y hombres. Como ejemplo, dentro de los planes de igualdad negociados entre la parte social y empresarial se puede incluir que en los procesos de selección ante igualdad de condiciones y méritos, acceda el sexo menos representados en ese grupo profesional.

En España, la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, incluye por primera vez en el ordenamiento jurídico la definición de acciones positivas, en concreto, en su artículo 11:

  • Con el fin de hacer efectivo el derecho constitucional de la igualdad, los Poderes Públicos adoptarán medidas específicas en favor de las mujeres para corregir situaciones patentes de desigualdad de hecho respecto de los hombres. Tales medidas, que serán aplicables en tanto subsistan dichas situaciones, habrán de ser razonables y proporcionadas en relación con el objetivo perseguido en cada caso.
  • También las personas físicas y jurídicas privadas podrán adoptar este tipo de medidas en los términos establecidos en la presente Ley.

Se introduce, por primera vez, la obligación de las empresas de implantar medidas de acción positiva para corregir las desigualdades que existan en el ámbito de sus relaciones laborales.

Además, el Estatuto de las Personas Trabajadoras en su artículo 17.4, también habla de que la negociación colectiva podrá establecer medidas de acción positiva para favorecer el acceso de las mujeres a todas las profesiones.

La controversia de las acciones positivas

La realidad es que las acciones positivas a día de hoy siguen generando mucha controversia, ya que suponen una “excepción” al principio de igualdad general. En las negociaciones de los planes de igualdad estas medidas no siempre son entendidas ni por la parte empresarial ni por la parte social. Sin embargo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea deja sentada jurisprudencia respecto al principio de igualdad de trato basándose en las siguientes premisas:

  1. El principio general es el de igualdad de trato pero éste, por su propia naturaleza, no puede tener carácter absoluto. Siempre puede haber excepciones cuando estén motivadas por criterios de objetividad y proporcionalidad.
  2. Las excepciones al principio de igualdad no pueden aplicarse extensivamente sino en sentido restrictivo.
  3. Suponen por definición una acción temporal destinada a eliminar situaciones, prejuicios, comportamientos, prácticas culturales y sociales que impiden a un grupo social infravalorado (sexo, raza, discapacidad…) alcanzar una situación real de igualdad de oportunidades.

Algunos ejemplos de acciones positivas

Para conocer más en detalle las acciones positivas, compartimos una serie de ejemplos:

  • Para grupos profesionales masculinizados dentro de las empresas:
    • Creación de una bolsa de trabajo solamente de mujeres.
    • Creación de un curso de formación específico para mujeres con posterior compromiso de contratación.
    • Firmar acuerdos con entidades docentes (universidades, centros de formación profesional…) para favorecer la captación preferencial de candidatas con talento y potencial para posiciones o niveles con infrarrepresentación femenina
  • Para la reducción de la temporalidad y el refuerzo de la estabilidad en el empleo de las mujeres:
    • Dinamizar y generalizar el proceso de transformación de la contratación temporal  en fija.
    • Promover la contratación indefinida de mujeres.

De esta forma se deja atrás el sesgo existente en el acceso al empleo.

  • Para el incremento de la formación de las mujeres para su desarrollo profesional:
  • Programar acciones formativas específicas para mujeres que hayan dejado de trabajar un tiempo (permiso, excedencia) debido a responsabilidades familiares.

Las acciones positivas son una forma muy útil para lograr la equidad en las organizaciones. Se deben integrar dentro de los planes de igualdad o dentro de sus políticas de promoción de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Desde la Dirección Xeral de Relacións Laborais de la Xunta de Galicia os animamos a profundizar en este concepto y trabajarlo dentro de las organizaciones.