Como cada año, el 25 de noviembre se celebra en todo el mundo el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer. Según recoge el Convenio de Estambul (ratificado por España en octubre de 2023) se entiende por violencia contra las mujeres “una violación de los derechos humanos y una forma de discriminación contra las mujeres”, y engloba “todos los actos de violencia basados en el género que implican o pueden implicar para las mujeres daños o sufrimientos de naturaleza física, sexual, psicológica o económica, incluidas las amenazas de realizar dichos actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, en la vida pública o privada”.
Aunque el concepto de violencia contra las mujeres es mucho más amplio, es habitual que en torno a ese día se visibilice la lucha contra la violencia de género. Según datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, entre 2003 y 2023 fueron asesinadas en España 1.244 mujeres por violencia de género.
A continuación analizaremos qué papel juegan las empresas en la prevención de la violencia contra las mujeres y, más en concreto, en la prevención de la violencia de género.
Conceptos sobre la prevención de la violencia de género
En primer lugar, se debe tener claro que todas las organizaciones, independientemente de su tamaño, deben ser espacios libres de violencias contra las mujeres. La realidad muestra que las manifestaciones más frecuentes de violencia contra las mujeres en el entorno laboral son el acoso sexual y el acoso por razón de sexo y lo son, porque en gran medida lo sufren las mujeres. Según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019, el 40% de las mujeres de 16 o más años han sufrido acoso sexual a lo largo de su vida, y el 17,3% de las agresiones por acoso sexual procedían de alguien del entorno laboral.

Sin embargo, aunque la violencia de género no tiene tanta incidencia en el entorno laboral como en otras esferas, es necesario que las entidades aborden su prevención para lograr la igualdad. Entre otras razones por las que es importante trabajar la prevención de la violencia se destacan las siguientes:
- Porque se está cumpliendo con la legislación que obliga a prevenir todas las formas de violencia contra las mujeres.
- Porque pueden existir puestos de trabajo en donde el riesgo a sufrir violencia de género sea alto. Por ejemplo, en puestos de atención a la clientela en modalidad presencial como las camareras en hostelería, cajeras de supermercado, cobradoras de telepeaje, etc.
- Porque tiene incidencia directa en el absentismo laboral. Según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019, el 21,0% de las mujeres que han sufrido violencia física o sexual de alguna pareja o expareja, estuvieron una época sin poder acudir a su lugar de trabajo o estudio como consecuencia de los episodios de violencia.
- Porque se reducen los costes laborales. No sólo vinculados al absentismo, sino también a un bajo rendimiento laboral o de problemas derivados de la frágil salud mental de estas mujeres víctimas.
Prevención desde las empresas
En este contexto, en primer lugar es importante definir qué se entiende por violencia de género. La Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género define en su artículo 1.1 la violencia de género como “la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”. Esta norma regula además los derechos laborales de las mujeres trabajadoras por cuenta ajena y funcionarias públicas. Así pues, las empresas no sólo deben trabajar a favor de la prevención sino que deben garantizar que las mujeres trabajadoras que acrediten la condición de víctimas de violencia de género puedan:

- Reducir o reordenar su tiempo de trabajo, solicitar la movilidad geográfica, el cambio de centro de trabajo, la adaptación de su puesto de trabajo y a los apoyos que precise por razón de su discapacidad para su reincorporación, a suspender la relación laboral con reserva de puesto de trabajo y a extinguir el contrato de trabajo.
- Las ausencias o faltas de puntualidad al trabajo motivadas por la situación física o psicológica derivada de la violencia de género se considerarán justificadas y serán remuneradas, cuando así lo determinen los servicios sociales de atención o servicios de salud.
Con relación a medidas de prevención que pueden realizar las organizaciones en materia de violencia de género, algunos ejemplos son:
- Realizar campañas de sensibilización sobre el asunto en cuestión.
- Incluir en los planes de formación anuales cursos dirigidos a todas las personas trabajadoras sobre qué es la violencia de género, cómo identificarla, y cómo prevenirla dentro y fuera del lugar de trabajo.
- Formar a las personas integrantes del Comité de Prevención de la empresa en materia de violencia de género.
- Diseñar protocolos de actuación para denunciar y atender casos de violencia de género, garantizando la confidencialidad y protección de las víctimas.
- Implementar medidas de flexibilidad laboral (superiores a las garantizadas por la normativa) para personas que estén sufriendo o recuperándose de situaciones de violencia de género.
- Negociar permisos especiales, como permisos por violencia de género (retribuidos o no), para que las víctimas puedan atender su situación sin preocuparse por perder su empleo.
- Facilitar acceso a recursos y asistencia, como atención psicológica, asistencia jurídica o ayudas para financiamiento de tratamientos médicos.
En Galicia, la Ley 11/2007, de 27 de julio, gallega para la prevención y el tratamiento integral de la violencia de género contempla que las empresas que realicen planes de igualdad incluirán entre sus objetivos y actuaciones concretas, buenas prácticas encaminadas a mejorar la situación de las mujeres que sufren violencia de género, en los ámbitos de la selección, contratación, promoción profesional, prevención de la violencia y conciliación de la vida personal, familiar y profesional.
El trabajo que las organizaciones desarrollan para prevenir situaciones de violencia de género incide también en el fortalecimiento de la cultura corporativa, en la mejora del bienestar de las personas trabajadoras y posiciona a la empresa como un líder comprometido con la igualdad de género y los derechos humanos. Desde la Secretaría General de Empleo y Relaciones Laborales animamos a todas las empresas a que trabajen a favor de la prevención y eliminación de toda forma de violencia contra las mujeres.