El lenguaje es una de las capacidades más increíbles de las personas. Nos permite expresar nuestros pensamientos y sentimientos a través de las palabras. Gracias a él nos relacionamos y se convierte en algo parecido a una seña de identidad propia. Lo que decimos y cómo lo decimos nos define como personas. Y esto mismo sucede en las organizaciones.
Las empresas también tienen un estilo propio de comunicación. Todo ello tiene que ver con su brand content (o contenido de marca) las define y son la base de sus interacciones con sus grupos de interés. Aquí intervienen muchos factores a nivel de imagen gráfica, canales de comunicación empleados… y, por supuesto, el lenguaje que se usa.
En nuestra sociedad actual, existe más conciencia sobre la necesidad de nombrar a la mujer como reconocimiento de su papel tanto en la vida privada como pública. Por eso, es necesario olvidar los prejuicios y dar un paso al frente. Apostar por el lenguaje inclusivo en nuestras comunicaciones. Y es que además, tenemos la gran suerte en Galicia de expresarnos en dos lenguas, como es la gallega y la castellana, en donde existen múltiples términos y recursos para referirnos a hombres y mujeres. La riqueza de nuestras lenguas nos permite hacerlo correctamente.
Incluir la perspectiva de género en el lenguaje y la comunicación es una de las formas más eficaces y menos costosas para avanzar en la igualdad de género. También dentro de la esfera laboral. Así que, si quieres empezar a emplear el lenguaje inclusivo en tu organización, compartimos contigo cinco ideas para ayudarte.
Usa el femenino en cargos, puestos y profesiones
A día de hoy, son muchos los convenios colectivos vigentes que han realizado una revisión de sus grupos profesionales atendiendo al género. Y es que recordemos que los sustantivos pueden ser masculinos y femeninos. Así, encontramos referencias a profesiones como: limpiador/a, jardinero/a, gestor/a…
Pero podemos ir un poco más allá. Tenemos que revisar también los cargos y puestos que desempeñan nuestras compañeras en la organización y nombrarlos en femenino en toda la documentación generada: directora, gestora, administrativa, técnica…
Empieza a usar genéricos y abstractos
Tenemos gran cantidad de recursos genéricos para referirnos a colectivos de personas en donde hay hombres y mujeres: el alumnado, el profesorado, la juventud, la infancia, la población, son formas útiles de uso del lenguaje inclusivo en nuestro día a día.
Y, ¿en la empresa? Pues empezando, por supuesto, por las personas trabajadoras; existen también términos como: clientela, dirección, personal, plantilla, etc. Todos estos recursos son opciones gramaticalmente válidas.
Usa con mesura el desdoblamiento
El desdoblamiento hace referencia a la mención expresa de los dos géneros. No hay que hacer abuso de él pero es una fórmula que funciona muy bien en:
- Formularios, encabezamientos, firmas de documentos… Por ejemplo, el/la abajo firmante.
- Cuando el contexto no deja lo suficientemente claro que se trata de hombres y mujeres. Por ejemplo, esta recomendación ergonómica es la recomendada para trabajadores y trabajadoras.
- A modo de enfatizador. Por ejemplo, nuestro equipo está formado por profesionales, tanto mujeres como hombres.
Evita el uso de la -x, la @
En ocasiones se ha sugerido el uso de la -x/@ para evitar desdoblamientos o el uso del masculino genérico. Sin embargo, más allá de su posible uso como recurso gráfico reivindicativo, se recomienda no usar en textos generales porque, entre otras cosas, imposibilita la pronunciación de la palabra resultante.
Si hablamos de comunicación digital, el uso de estas fórmulas complica la lectura por parte de los sistemas automatizados que usan las personas con discapacidad visual. Además, los automatismos detectan la @ como una mención en redes sociales o el uso de un correo electrónico, lo que puede dar lugar a errores.
Revisa tu comunicación visual
El lenguaje, no sólo son palabras. Con cada imagen que compartes en tu web, empleas en tu red social, insertas en tu oferta de empleo te estás posicionando. Datos, sonidos, imágenes, colores… todo esto también es comunicación.
Empieza por revisar toda tu comunicación visual y apuesta por usar imágenes con mujeres, son el 50% de la población. Pero, ¡ten cuidado! Vigila que no sea una imagen sexista; es decir, que no haga patente la desigualdad de género atribuyendo determinados roles. Cuidar, limpiar, coser…no son tareas exclusivas de las mujeres. Igual que conducir, investigar, construir, tampoco son propias de hombres.
Puedes inspirarte en ejemplos claros. El Instituto de las Mujeres cuenta con un listado por temáticas en donde recopila diferentes guías de lenguaje inclusivo. También es muy recomendable la guía elaborada por la Fundéu y Prodigioso Volcán. En ella, recomiendan que no sólo es importante comunicar con el código. Más allá de esto, hay que:
- Escuchar a las mujeres como escuchamos a los hombres.
- Ilustrar nuestros textos y discursos con ejemplos e imágenes de mujeres referentes.
- Segregar los datos que manejamos por sexo.
- No contribuir a reforzar imágenes estereotipadas de mujeres y de hombres.
Y es que todos los consejos que hemos recopilado hasta ahora no sólo nos ayudan en la gestión diaria de nuestra empresa, nos serán muy útiles a la hora de captar talento nuevo. Y es que está demostrado que el modo en que se redactan las ofertas de empleo repercute en la diversidad de candidaturas recibidas. Así que usa el desdoblamiento de géneros o un genérico para la descripción del puesto de trabajo, envía un mensaje inclusivo con la imagen que lo acompaña… y ya si incluyes una frase de compromiso sobre la igualdad de género, tendrás una oferta de diez.
Esperamos que estas ideas que os damos os ayuden a avanzar poco a poco en el ámbito de la igualdad en vuestras empresas.