Educar para trabajar en igualdad: la importancia de la orientación profesional desde la escuela

La igualdad entre mujeres y hombres es un derecho reconocido en la Constitución Española. Sin embargo, las desigualdades de género siguen presentes en muchos ámbitos de la vida; entre ellos, en el empleo. Fenómenos como la segregación ocupacional, la brecha salarial o las dificultades de acceso a puestos de responsabilidad para las mujeres siguen estando vigentes en el mercado laboral. Estas realidades se van construyendo poco a poco, a través del proceso de socialización. Por eso, la coeducación es una herramienta clave para ir avanzando en este campo.

La escuela ocupa un papel central en la vida de las personas, ya que no solo transmite conocimientos, sino que también moldea actitudes, valores y expectativas. Dentro de las funciones de los centros educativos, la orientación laboral con perspectiva de género se convierte así en una herramienta imprescindible para garantizar que las decisiones del alumnado sobre su futuro profesional se basen en sus capacidades e intereses reales, y no en los estereotipos de género.

En España, la Ley Orgánica 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres y la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, establecen la obligación de integrar la igualdad y la coeducación en el sistema educativo. En Galicia, la Ley 7/2023, de 30 de noviembre, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres avanza mencionando la obligatoriedad de que el curriculum educativo integre “la garantía de la coeducación en la Comunidad Autónoma de Galicia, dentro de sus competencias propias, dirigida al libre desarrollo de la personalidad sin barreras de género y superando las desigualdades sociales”.

La publicación de hoy analiza la relevancia de educar para trabajar en igualdad, centrándose en el papel de la orientación laboral desde la escuela.

Los centros educativos: espacios coeducativos

La coeducación se puede definir como una propuesta pedagógica que da respuesta a la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Va más allá de aplicar medidas sencillas como compartir aulas, implica revisar los contenidos, las metodologías, los espacios de socialización y los referentes para que todas las personas encuentren un espacio de desarrollo en igualdad.

Todo el sistema educativo debe estar impregnado con esta visión, debe ser transversal, para que las alumnas y los alumnos adquieran una serie de valores que posibiliten una participación en la sociedad en igualdad de condiciones.

La orientación profesional forma parte de esta mirada coeducativa porque acompaña al alumnado en uno de los momentos más importantes de su vida: decidir su futuro académico y profesional.

Orientación profesional con perspectiva de género

La Ley Orgánica 3/2020 recoge que en la educación secundaria obligatoria y en el bachillerato se prestará especial atención a la orientación educativa y profesional del alumnado con perspectiva de género (artículo 22.2. Principios generales de la etapa y artículo 35.1. Principios pedagógicos del Bachillerato, respectivamente). Además, la Ley Orgánica 3/2022, de 31 de marzo, de ordenación e integración de la Formación Profesional recoge una definición de orientación profesional como el proceso de información y acompañamiento en la planificación personal del itinerario formativo y profesional en el marco del Sistema de Formación Profesional, que incluye, al menos, los siguientes ámbitos: posibilidades de formación profesional, elección de una profesión, perfeccionamiento, cambio de profesión, evolución del mercado laboral y oportunidades de emprendimiento, y desarrollo de habilidades para la gestión de la carrera profesional (artículo 2).

Así pues, resulta evidente la importancia de la orientación profesional dentro del sistema educativo. Un desarrollo de este apoyo de orientación con perspectiva de género deberá:

  1. Diseñarse para ayudar a la detección y cuestionamiento de estereotipos. A través de tutorías, actividades y cuestionarios, la orientación ayuda a identificar creencias limitantes como “las niñas son mejores en letras” o “los niños encajan mejor en la ingeniería”. Una vez visibilizadas, estas ideas pueden ser desmontadas mediante información objetiva y ejemplos reales.
  2. Ofrecer referentes diversos. Es fundamental que el alumnado conozca mujeres ingenieras, científicas, políticas o empresarias, así como hombres que trabajan en la educación, la enfermería o las artes. Ver que es posible recorrer caminos no tradicionales amplía los horizontes de elección.
  3. Promover un acompañamiento individualizado. Cada alumna y alumno necesita apoyo personalizado para tomar decisiones informadas. La orientación no debe limitarse a ofrecer información sobre estudios y salidas laborales, sino también a fortalecer la autoestima y la confianza en sus capacidades.

Desde la Secretaría General de Empleo y Relaciones Laborales de la Xunta de Galicia trabajamos para implementar recursos de apoyo a los servicios de orientación profesional de los centros educativos gallegos, a través de iniciativas como Que non te líen! Ti elixes o que complementan otras desarrolladas por la Consellería de Educación, Ciencia, Universidades y Formación Profesional como Edureferentes.